Crónica Real Madrid-Legia de Varsovia: Animarte y nada más
Sabíamos que la de ayer iba a ser una noche intensa. Y sabíamos que no lo sería por los que iban de verde y jugarían el partido. Ésos correrían de la cuenta de nuestro equipo, claramente superior en todas las facetas del juego. Los muchachos se encargarían de ganar en el campo.
Nosotros pensábamos en los 4.000 polacos que ocuparían el Fondo Norte de nuestro estadio. Pensábamos, sobre todo, en los más de 1.000 que invadirían nuestras calles cual vándalos buscando enfrentamientos violentos en nombre de no se sabe qué.
Lo que sí se sabe es que ese qué no tiene nada que ver con el fútbol ni tampoco con los colores de su equipo. Y, desde luego, no tiene nada que ver con la Grada Fans RMCF, para frustración de los que hablan de pasión pero quieren decir salvajismo.
¿Pasión? A nosotros nos parece que pasión es dejarse la garganta durante 90 minutos sabiendo que los que hay enfrente, que nos cuadriplican en número, se escuchan más. Es una cuestión de acústica elemental.
Quizás algunos añoran épocas en las que, según parece, era mucho más pasional no entrar al campo y dejar al equipo solo cuando venía feo el tema. Al fin y al cabo, si no plantas cara no puedes perder la batalla. Nosotros a eso lo llamamos más bien dejadez. Y desde luego, no podemos llamarlo madridismo.
Lo nuestro es estar cada partido junto a los nuestros, haya quien haya delante en la Grada y juguemos la competición que juguemos. Eso es lo de menos. Lo de más es siempre el Real Madrid.
Y anoche no fue distinto. Nuestra Grada plantó cara y no dejó de animar en todo el partido. Se desgañitó para que los nuestros pudieran oírnos e intentó que el resto del estadio quisiera hacerse oír también. Esta vez no fue así, el Bernabéu no estuvo con nosotros y a ellos se les oyó más.
Y, ¿ahora? Ahora tenemos otro partido el domingo. Y volveremos a estar allí los primeros, y nos volveremos a ir los últimos. Y volveremos a demostrar que nosotros estamos ahí para animar al Real, y para nada más. Y a mucha honra.
