Crónica Real Madrid-RCD Espanyol: Si toda la Grada te anima
…Unida en esta canción; si todo este fondo te canta, ¡este año serás campeón! Porque, como dice nuestra canción, el Real Madrid es nuestra vida y también es nuestra pasión.
Pero, y ayer se sintió como nunca, no sólo los Fans vibramos con nuestro equipo cada partido. También lo hacen los muchos aficionados que, cada vez más, se unen a nosotros desde distintos sectores en nuestro ímpetu por empujar a los nuestros.
Vivimos uno de esos días en los que la Grada Fans RMCF se hace enorme, entra en sintonía con el equipo y con el estadio, se divierte al máximo, disfruta, y percibe las ganas del Santiago Bernabéu de engancharse a nuestros cánticos y a nuestro aliento a los de blanco.
Pudimos sentir las ganas del madridismo de confiar en que el Real Madrid será campeón, y también de ser parte importante de sus triunfos. Juntos, todos, es como podemos conseguir algo grande. Un Bernabéu unido y un equipo comprometido debe ser nuestra fórmula innegociable.
La primera parte de la goleada al Espanyol fue una exhibición de los jugadores sobre el campo y una fiesta en la Grada Fans, que no entiende de buenos y malos momentos deportivos: sólo quiere dar lo máximo posible y siempre sumar para el Real Madrid.
Cristiano, que ya metió cinco goles a los ‘periquitos’ en Barcelona, volvió a llevarse el balón a casa tras marcarles ayer otros tres. Ocho goles en dos partidos: casi nada. Karim abrió un marcador que completaron un tanto James y un gol en propia puerta del Espanyol.
La segunda mitad del partido, aunque menos intensa, no desmereció los espectaculares 45 minutos iniciales de nuestros jugadores, y tampoco la Grada se relajó: siguió empujando, cantando, aplaudiendo y conectando con los aficionados de los sectores vecinos.
Precisamente de la iniciativa de un efusivo aficionado cercano a la Grada Fans nació la secuencia de cánticos acordándonos del Atlético de Madrid; una fiesta a la que se sumó en palmas el Bernabéu, que no quiso perderse el ‘homenaje’ a nuestros vecinos del Calderón.
Un ejercicio de comunión que sirve de antesala de lo que está por venir y que, para el Real Madrid, es más que posible: la remontada en Liga y la pelea por volver de Milán con la Undécima.
