Crónica Real Madrid-Éibar: Keep calm and… tiempo muerto
Ya lo decíamos en la previa: sumar de tres en tres, sea contra quien sea, es siempre un desafío sobre el campo y también en la Grada. La camiseta blanca no gana los partidos, lo hace la voluntad de ganar, la concentración, la intensidad y el fútbol.
Cuando faltan varios de los ingredientes básicos para cocinar un buen partido, el riesgo de que la comida quede sosa entra en escena y, a veces, se hace realidad.
Nadie esperaba un empate en casa ante el Éibar, eso está claro. Ni los jugadores, ni los madridistas ni, por supuesto, una Grada que tiende siempre a un optimismo irremediable.
La buena noticia dentro de la secuencia de tropezones es que nuestros muchachos, habiendo empatado tres partidos de Liga consecutivos -dos de ellos en el Bernabéu- colideran la tabla clasificatoria con 14 puntos, lo cual hace que el escenario no sea dramático sino reconducible.
Como somos gente positiva, cabezota y que disfruta estando en las malas con el equipo, los Fans nos centramos en esa lectura y huimos de discursos depresivos que sólo sirven para encrespar los nervios de todo el mundo y hacer cuesta arriba la reacción a los nuestros.
El parón por selecciones que se avecina tiene que servir al equipo para reflexionar sobre las causas de lo sucedido y plantear soluciones. No es momento para la histeria, sino para la tranquilidad. Tenemos un tiempo muerto por delante y tenemos que aprovecharlo.
Por lo pronto, el Real Madrid tiene que estar mentalizado desde ya para dejarse los bemoles en Sevilla dentro de dos semanas. Nosotros estaremos esperando ansiosos el momento de volver al Bernabéu para dejar claro a los de blanco que estamos ahí para remar con ellos… y nada más.
Será en Champions, contra el Legia.
