Real Madrid – Juventus: Llegar cuesta
Cuando ya dejas atrás las luces del Bernabéu, durante ese desfile por Madrid, ayer triste, de gente vestida de blanco buscando la forma de volver a casa. Con las manos en los bolsillos y la mente absorta en nuestras mejores ocasiones: ¿Cómo pudo no entrarnos una más? Solo una y habríamos dibujado un partido nuevo. Probablemente sea entonces, en ese trayecto de pocos minutos a Nuevos Ministerios, al coche o mientras esperas que la estación Santiago Bernabéu se destapone, cuando más duela saberte fuera de la Final de la Champions.
Seguramente duela más entonces que al escuchar el pitido final del árbitro, todavía en una vorágine de tensión y fe. Probablemente sea comparable al dolor del día siguiente, sufriendo la peor de las resacas, la de caer en nuestra competición, y aguantando los típicos comentarios burlones de esos compañeros antimadridistas de trabajo o de estudios que todos tenemos.
No estar en Berlín duele. Y mucho. Claro que duele. Pero es que cuesta. Y mucho. Claro que cuesta. Llegar a la Final de las finales dos años seguidos no es cualquier cosa. Por eso, porque cuesta, y también porque nos hemos vaciado intentándolo, debemos sentirnos muy orgullosos, equipo y afición. Los chicos, de haber peleado hasta el último minuto; el Bernabéu, por haber estado ahí, apoyando a los nuestros y contagiándose de la animación de la Grada; los FANS, por haber creído hasta el final. En nuestro equipo, por supuesto, pero también en nuestra grada.
La Grada FANS, de ‘Undécima’
A falta de hacer el balance del final de temporada, lo que sí tenemos muy claro es que la Grada FANS puede (y tiene que) sentirse muy satisfecha con lo que ha logrado en tan poco tiempo a pesar de todas las mentiras, difamaciones y sabotajes que ha tenido que echarse a la espalda durante estos meses.
Una grada que sudó todas y cada una de las cartulinas que nuestros 130 fans voluntarios colocaron entre el martes y el miércoles para que nuestro estadio luciera ese radiante mosaico gigante; que trajo en forma de espectacular tifo a Don Alfredo al escenario que más le gustaba a él, el de Europa, y en el que tanto nos dio.
Una grada que ayer oyó, pero no escuchó, los ladridos de unos pocos tristes que buscaron amedrentar a los 60 Fans que desplegaron el tifo, y que quisieron impedir cobardemente que saliera adelante. Pues que se enteren: La Grada Fans RMCF, pese a las derrotas y pese a los problemas, está ahí, y seguirá estando mientras a los nuestros les hagamos falta. Hasta el final.
Hasta el año que viene, Europa.
