Crónica Real Madrid-Sporting de Portugal: Campeones por causalidad

Rellenar Blog en 15 septiembre, 2016

 

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Y no, como los envidiosos suelen decir, por casualidad. La gran victoria de ayer en nuestro estreno en Champions ha reabierto heridas entre los antimadridistas que, por no entender qué es el Real Madrid, o por preferir no entenderlo, repiten hasta la saciedad que a nosotros nos llueven los títulos del cielo.

Todos los que hablan de grupos y eliminatorias fáciles; de victorias que, por ser agónicas, no son merecidas; de Copas de Europa en blanco y negro; de equipo de mercenarios desalmados y demás pretextos anodinos pudieron comprobar anoche por qué el nuestro es el mejor club de fútbol del mundo y el once veces campeón de Europa. Comprobaron también que nuestros jugadores sí son un equipo.

El de ayer no fue un buen partido, eso está claro. Los nuestros empezaron blanditos y fallones, quizás sorprendidos por la intensidad del Sporting, que venía arropado por una marea verde de portugueses eufóricos. Pronto se dieron cuenta, los muchachos y la afición madridista, de que no sería un partido plácido y de que habría que sudar mucho para salir victoriosos.

Los Fans, que encarábamos el partido con la mayor de las motivaciones, recibimos al equipo con un telón que habíamos preparado para el estreno del campeón en Champions. La leyenda dejaba claro que ya nos hemos olvidado de La Undécima y que ya pensamos en La Duodécima: “Volveremos a ser campeones”.

La Grada empezó fuerte y decidida a sobreponerse a los más de 5.000 hinchas del Sporting que habían venido a darlo todo por su equipo. El paso de los minutos, e ir por detrás en el marcador hasta casi el final del partido, impacientó al público del Bernabéu, que estuvo menos colaborativo en la animación a los nuestros que en otros partidos de Champions. Así es más difícil.

Pero los Fans teníamos muy claro qué partido nos tocaba jugar a nosotros: el de ayudar al equipo a levantarlo. Ni más ni menos. Y no cejamos en cantar y en apoyar a los nuestros hasta que, en el minuto 89, Cristiano marcó un golazo de falta para poner las tablas y volver loca a la Grada, como dice nuestra nueva canción.

Lo mejor estaría por llegar, y lo que parecía que sería un estreno pobre en Champions terminó siendo una gran victoria forjada a base de fe, de esfuerzo y de compromiso. Morata marcaría en el último suspiro para poner el 2-1 y certificar una nueva remontada europea en casa.

Nosotros, como nuestros muchachos, sabemos que hay que pelear hasta el final. En la Grada y en el césped, el camino está claro: Hasta el final, vamos Real, porque…

                                                                  ¡Juntos no hay imposibles!

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