Crónica Real Madrid-PSG: Ici c’est Madrid
Somos el Real Madrid. Jugábamos una eliminatoria de Copa de Europa. Y el Santiago Bernabéu tenía que recordar al mundo quién es el rey. Con una remontada para la historia ante un potentísimo rival, anoche juntos lo hicimos posible.
Nos visitaba un equipo que decían que era favorito. Analistas y expertos, siempre tan preocupados por nosotros, nos habían condenado antes de la batalla.
No conocen aún, y mira que han pasado años y hemos ganado Copas de Europa, lo que es el estadio de Chamartín cuando suena el himno de nuestro amor.
Qué bonito es reecontrarse un 14 de febrero con la dama a quien más queremos. Con la chica con la que soñamos, con la que pasamos noches pensando en ella, contando los meses, los días, y las horas y los minutos para sentir su tacto y oír su canción.
Y lo mejor de todo, cuando la volvimos a ver anoche, nos dijo que ella también sigue loca por nosotros.
De la que llaman la ciudad del amor venía un PSG que ciertamente es un equipo formidable. Venía de batir récords en Francia y en Europa, y su velocidad arriba es impresionante. No valorarán, como siempre, lo que ayer logramos ante un rival tremendamente complicado.
Pero ay, París. En París empezó todo en 1956 y en París un madridista lleva más de una década haciendo historia.
Y por eso, protagonizaba nuestro tifo Rafael Nadal: porque representa nuestro escudo como ninguno, porque nunca se rinde, por su lucha siempre por la victoria. Ayer, como mostraba nuestro tifo, era Rafa un madridista más de los millones que llevaríamos al equipo a la victoria.
No fue nada sencillo. Rugía el Bernabéu alentado por los FANS al inicio, pero como otras veces esta temporada, ni jugando bien nos podíamos adelantar.
Para empeorar las cosas, el PSG marcaba primero gracias a un rebote. Pero este equipo, este escudo, este estadio, esta Grada sabe lo que significa la Copa de Europa. Y no nos vinimos abajo, sino todo lo contrario.
Antes del descanso Cristiano hizo algo menos injusto el resultado marcando un penalti de los que no se valoran. Keylor y la defensa aguantó cuando el PSG se estiró en la segunda parte.
Zidane, que conoce como nadie al Real Madrid y al Bernabeu se sacó de la manga una dirección táctica y unos cambios valientes.
Sabía lo que había que hacer para acabar con el rival en esos minutos finales en que la fuerza del estadio y la unión del equipo y la afición devoran al adversario. Y finalmente, Cristiano, Asensio y Marcelo protagonizaron una locura final que nunca olvidaremos.
Los últimos minutos con los FANS poniendo en pie a un Bernabeu entregado, que habíaa sabido ayudar a los suyos en todo momento, fueron sensacionales. Gracias afición, gracias equipo: unidos somos imbatibles.
Remontar en Europa no es nada sencillo, menos aún contra un rival con tanta calidad. Pero cuando juega el Real Madrid en su competición, en nuestro estadio, juntos equipo y afición, no había más remedio que decirle a nuestra querida dama, el mismo día de los enamorados, que nos gusta tanto que queremos seguir haciendo historia.
¡VAMOS REAL! A por la vuelta
