Crónica del Real Madrid-Real Sociedad: Calentando motores
El Real Madrid afrontaba ayer, ante un rival que ya le valió un buen disgusto allá por agosto, un precalentamiento de lo que le espera próximamente. La de ayer era una de esas pruebas de fuego peligrosamente camufladas bajo manto del ‘somos mejores y jugamos en casa’; uno de esos partidos trampa que, si se dan bien, sirven de inyección de confianza frente a lo que se avecina, pero que si salen mal dan carnaza a quienes buscan desestabilizarnos y siembran ciertas dudas que pueden derivar en problema.
Por eso, los nuestros necesitaban vencer en mayúsculas, confirmar las buenas sensaciones de Getafe y, de paso, dar en los morros a los que nos borraban de la Liga tras aquella derrota en Anoeta; el equipo necesitaba hacerse fuerte como líder para que Sevilla y Atlético, nuestros próximos rivales, sepan que no lo tendrán nada fácil para sacarnos puntos; necesitaban mantener la tensión y sentir la energía de su afición para no despistarse.
Para todo eso, como siempre, estuvieron los Fans junto a su equipo; arrimando el hombro en un nuevo partido impecable, en cuanto a animación y en cuanto a saber estar, de una Grada que no para de crecer. Ni siquiera el tempranero gol de la Real consiguió enfriar a la Fans RMCF, que ya ha automatizado el meter una marcha más cuando los nuestros pasan apuros; de la misma forma que ha automatizado estar a la altura de cualquier encuentro y respetar su identidad sea quien sea el rival al que se enfrente el Real Madrid. Y eso es un gran motivo para sentirnos orgullosos.
Ayer, pese a que el partido no requería un empuje extra de la Grada para los nuestros, los Fans quisieron hacerse oír de forma especial. Quisieron calentar motores de cara a los dos próximos retos que nos esperan a la vuelta de la esquina. El primero, vencer al Sevilla en casa para aumentar la ventaja frente a nuestros rivales directos; el segundo, reforzarnos como líderes en el Manzanares para demostrar a los ‘colchoneros’, que andan algo confundidos últimamente, a quién pertenece la capital. Allí estaremos.
