Previa Real Madrid-Numancia: De corazón

Rellenar Blog en 10 enero, 2018

 

Esta noche volvemos a casa después de unas semanas complicadas para todos los que defendemos este escudo.

No son momentos fáciles para el equipo, que ha perdido puntos importantes en Liga, ni tampoco para nuestra Grada, siempre en el punto de mira de quienes odian al Real Madrid.

El enemigo ha olido sangre y lleva semanas desplegando su maquinaria.

Si el equipo está tocado, el objetivo es hundirlo. Hay que crear fracturas en el vestuario y hay que pudrir la relación del entrenador con sus jugadores.

Si la afición está disgustada y cabreada, hay que hacer que pierda los papeles. Hay que conseguir que los madridistas den la espalda al equipo y que se harten de Zidane. Hay que conseguir que saquen sus pañuelos blancos y pidan explicaciones al presidente.

Si, entre toda esta tormenta, hay unos muchachos vestidos de blanco que intentan hasta la extenuación que el equipo salga adelante y dé la vuelta a la situación, molestan.

Molestan porque no se callan y porque, aunque el equipo pierda y no encuentre su juego, siguen ahí para ayudar.

Molestan porque su papel ha sido determinante en los grandes éxitos del equipo en los últimos años y porque demuestran, día a día, que el Real Madrid no se ha equivocado con ellos.

Molestan porque contagian a muchos madridistas de su entusiasmo y su empeño en no rendirse jamás, y eso no puede ser. La afición tiene que estar cabreada para que al Madrid le vaya mal y rueden cabezas, que es lo que vende.

Si molestan, hay que tratar de hundirlos también. Hay que llamarlos impostores y marionetas teledirigidas. Hay que pretender despojarlos de su pasión por el Madrid y hay que convencer a todos de que son monigotes a sueldo. Hay que coordinarse para avasallar.

La mala noticia para los Robinsones, los Kikes Marín y todos los demás antimadridistas que acechan al Madrid como hacen los tiburones con su presa, es que nada de lo que digan impedirá que el Madrid siga ganando títulos, ni tampoco que su Grada siga dejándose la voz.

Esta noche volvemos para seguir animando al Madrid. Hay unos cuartos de final que alcanzar y muchas sensaciones que recuperar. Ahora, más que nunca… ahí estaremos. De corazón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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