En el corazón del Bernabéu. Con cabeza.
(14.02.2015) Real Madrid 2 – 0 Deportivo A Coruña.
La Grada abordaba una situación distinta. Una tarde que algunos habían envenenado cuidadosamente durante la semana. Sembrando rumores, para poder hacerse eco de los rumores sembrados. El ABC del envenenador de masas.
Tocando a lamento, en su previa al partido, Alfredo Relaño señalaba a los Fans RMCF como el antídoto de la ponzoña inoculada en la afición:
“Se rumorea que el equipo será recibido con una pita. No creo que sea estrepitosa. Ya tengo dicho aquí que el club ha transformado sabiamente lo que fueron los ‘ultrasur’ en una clac dócil, comprometida de antemano a seguir instrucciones. De ahí salen las reacciones de aplauso a Bale cuando se le pita. Como son un sector macizo, visible y bien entrenado, no es fácil que en el conjunto del estadio arranque un fuerte ruido si ellos no lo secundan.”
Vayan por delante los agradecimientos -por macizos, visibles y bien entrenados- y a continuación los reconocimientos.
Es cierto que los Fans estamos comprometidos a seguir instrucciones. Esas mismas que otro periodista, que antes fue portero, y entrenador, y secretario técnico del Real Madrid, Pablo Hernández Coronado, nos dio hace sesenta años y continúan vigentes: “El socio no debe esperar a que el equipo le anime a él, sino anticiparse y ser él quien anime al equipo.”
Y es también cierto que somos una dócil clac –si el anciano periodista se empeña en preferir clac a la palabra Grada, menos teatral y más futbolera-. Dócil a la inteligencia. Una hinchada que siempre tiene presente, como también dejó escrito Don Pablo, que “Las críticas y censuras tienen su lugar adecuado en las peñas deportivas, mas no frente al enemigo. Nuestros delanteros ya tienen bastante con el marcaje de los medios contrarios, para que además les marquen desde las gradas los socios de su propio Club.”
En fin, en este ambiente emponzoñado, nuestro equipo defendía el liderato. Tanto los jugadores como los fans salimos triunfantes del desafío, conectando con la mayoría de la afición. Con un gol en cada tiempo, el equipo consiguió su objetivo. Si los ánimos que, desde el minuto 1 al 95, recibieron los nuestros, si el calor y el color de la Grada Fans RMCF contribuyeron a que, superando esta tarde envenenada, el Madrid continúe en lo más alto de la tabla, estaremos orgullosos de nuestra docilidad.
Quizá Alfredo Relaño eche de menos los viejos tiempos. Cuando, en lugar de elevar la moral del jugador que yerra, los sabiamente sustituidos, menos dóciles a la inteligencia, coreaban el nombre del suplente si el delantero titular fallaba una ocasión de gol. Cuando, en vez de ironizar en su blog sobre las cábalas del taimado director del AS, reclamaban a coro, para él y sus subordinados, la cámara de gas.
Casi nadie, sin embargo, los echa de menos en el Bernabéu. Lo que conocen todos los espectadores del Estadio es que, como hace lustros no ocurría, la animación se adueña del ambiente. Lo que saben esos otros que, como Relaño, ven el partido por televisión, es que aquel rumor sordo, característico ruido de fondo de los partidos del Bernabéu, ya no se escucha. Ha sido barrido por los cánticos identificables de nuestra Grada, por su constante apoyo incondicional a nuestros jugadores, en la hora de sus aciertos y en la de sus errores.
A cada uno de nosotros nos cabe el orgullo de formar parte de ello. De ser uno de los Fans. De estar dentro de ese corazón del Bernabéu que late cada partido palpitando madridismo. Con cabeza.
