Crónica del Real Madrid-Levante: Contigo hasta el final
Una semana complicada a raíz del pésimo partido del Madrid ante el Schalke, que ponía el punto más bajo a una evolución negativa del equipo, precedió a su reencuentro con su afición. En ese clima difícil, los de la Grada nos habíamos conjurado para conseguir que los nuestros jugaran en casa, lo que, cuando vienen mal dadas, no siempre sucede en nuestro Estadio.
Exhibiendo una intensidad muy superior a la de las últimas fechas y un mejor juego colectivo, los nuestros hicieron los deberes. Con un doblete de Bale, que nos alegró especialmente a los graderos, por lo que sirva para liberar de presión a uno de los jugadores más denigrados por los medios, y por eso mismo más defendidos por la Grada, los de blanco supieron conseguir una ventaja suficiente al final del primer tiempo, que acertaron a conservar durante el segundo. Los tres puntos se quedaron en el Santiago Bernabéu.
La Grada Fans RMCF, por su parte, supo demostrar una vez más su razón de ser, animando desde el calentamiento, jugador por jugador, y al equipo, incansablemente, durante todo el partido. Tras el pitido final, que vino precedido de nuestros últimos cánticos dedicados a recordar que “el domingo, cueste lo que cueste, a los culerdos tenemos que ganar”, habíamos decidido quedarnos animando en la Grada para recordar a los nuestros que esperamos todo de ellos en el trascendental partido de Liga del próximo domingo frente al Barcelona. Y allí estuvimos, más de media hora, cantando, animando a nuestro Madrid. Hasta que a los sones del “Madrid, campeón” salieron a saludarnos Marcelo, Jesé y Nacho por la bocana del vestuario. Esa es nuestra forma de exigir. Sin caer en la desmoralización que provoca, tanto como el desacierto del equipo, el de una afición que, a casi un cuarto de hora del pitido final, había dejado el estadio en menos de media entrada.
Algunos han señalado a la Grada como precursora de la pitada que el equipo y técnico recibieron tras el partido frente al Schalke. Otra vez pinchan en hueso. Nuestra Grada tiene las cosas muy claras, y la cabeza muy bien puesta. A pesar de que jamás lo haremos, entendemos que la afición exprese al equipo su desencanto al terminar un partido. No compartiremos jamás, y haremos todo lo que esté en nuestra mano por evitarlo, que durante el partido el Bernabéu se convierta en un campo hostil a los nuestros. Por eso, amén de recordar a todos dónde no se tiene que jugar la final de Copa, ayer estrenamos cántico: Una canción que habla de nuestra fe en la animación incondicional, y pide al resto del estadio que deje de lado los pitos y se sume a nuestro afán.
